Eran 14 mujeres, 39 años atrás, unidas y encontradas entre sí por el rostro triste de
saber que les arrancaron a sus hijos para defender los privilegios de los más
poderosos. Al principio a ningún uniformado les pareció una amenaza, pero como
había Estado de Sitio, las obligaron a circular y lo hicieron, alrededor de la pirámide.
Las locas de la plaza las llamaban entonces por lo bajo. Golpearon puertas
gubernamentales, judiciales, eclesiásticas y si recibían alguna respuesta era la
orden de callar y no lo hicieron. Solas y sin apoyo se hicieron escuchar por todo el
mundo y gracias a ellas los crímenes del terrorismo de Estado en la Argentina y en
el resto del mundo no prescriben. Unidas desde el principio sin división de
ideologías ni creencias, recuperada la democracia se dividieron como quie nes
quedan atrapadas en 2 etapas diferentes de un duelo y 2 consignas: “Con vida los
queremos” y “Por toda la Verdad”. Esta última abrió la puerta a saber algo más e
iniciar la lucha que dió con 120 de los al menos 500 nietos que sus archivos
confirman secuestrados en cautiverio, porque tampoco pudieron corroborar si entre
los 30 mil desaparecidos no había más embarazos en ciernes. También abrieron la
puerta a la organización de Familiares e Hijos de desaparecidos y a la formación del
Banco de Datos Genéticos pionero en estudios de ADN en todo el mundo. La Línea
Fundadora de Madres de Plaza de Mayo se reunió para conmemorar el aniversario
en torno a la estatua de Belgrano. No llegaban a ser 14 las ancianas sentadas con
los pañuelos blancos (una de ellas en silla de ruedas), físicamente endebles pero
con la vitalidad y alegría en la cara de saber que las nuevas generaciones seguirán
adelante con sus luchas. Soportaron las bajas temperaturas del día arropadas por la
calidez de cientos de personas que redoblaron la emoción empujadas por el marco
político que intenta volver a instalar la teoría de los 2 demonios. Pasaron los
homenajes musicales. Las lecturas de adhesiones y los discursos de hijos,
familiares y nietos recuperados que siguen buscando saber toda la verdad. Sólo
esas viejecitas aparentemente inofensivas mantuvieron una sonrisa entusiasta
mientras el resto de los concurrentes tenía el rostro empapado de lágrimas. Cuando
cada quien dijo lo que tuvo para decir, las sobrevivientes de la Línea Fundadora de
Madres de Plaza de Mayo se acercaron en bloque al micrófono, se ayudaron entre
ellas para continuar y Nora Cortiñas, al centro, cerró el discurso con este empuje:
“Ustedes siempre cantan la consigna: Madres de la Plaza, El Pueblo las Abraza.
Hoy las Madres los abrazamos a ustedes”.
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