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jueves, 24 de septiembre de 2015

Reciclaje y ecología de consumo

Me crié en la cultura del reciclaje: se llamaba arreglar.
Se arreglaba la ropa para los que venían después, se arreglaban los zapatos que se rompían, la heladera se compraba para toda la vida y cada tanto se le mandaba a rebobinar el motor o se le daba gas y así.
Eso era ecología de consumo.
Este reciclaje que propone la cultura de mercado y del consumo, con una producción basada en el ejercicio de fabricar productos con "obsolescencia programada" para usar, tirar y reemplazar por nuevos es altamente tóxico, suena más a lavado de culpas que a reciclado.

Tiempos sólidos


Vengo de una época en la cual la palabra no tenía la caducidad del aliento, donde los códigos de convivencia eran tan sólidos y concretos como las cosas.
Un tiempo en que la idea de obsolescencia programada sin duda se hubiera considerado una indecencia.

miércoles, 23 de septiembre de 2015

Isaac Asimov (CI 160) sobre la inteligencia

Cuando estaba en el ejército realice una de esas pruebas de aptitud intelectual, esas que todos los soldados realizan. Mi puntuación fue de 160, es decir, 60 puntos por encima del normal. Nunca antes alguien había obtenido un resultado así, y por esta razón durante dos horas hicieron un gran alboroto festejando mi logro (Esto no significo ninguna mejora para mi situación militar. Al día siguiente yo estaba en la cocina cumpliendo normalmente mi deber)." 
Toda mi vida he registrado puntuaciones similares a la descrita, así que tengo la sensación interna de que soy muy inteligente. Sin embargo estos índices lo único que significan en realidad, es que soy muy bueno en contestar el tipo de preguntas académicas que se consideran dignas, y que fueron realizadas por las personas que "inventan" las pruebas de inteligencia (¿personas con inclinaciones intelectuales similares a los mías?) 
Una vez conocí a un mecánico de automóviles que de acuerdo a mi estimación no podría superar los 80 puntos en esas pruebas de inteligencia. Siempre di por sentado que era mucho más inteligente que el. Sin embargo, cuando algo funcionaba mal, lo miraba con ansiedad mientras exploraba las entrañas de mi automóvil y escuchaba sus declaraciones como si fueran oráculos divinos. 
Pues bien, supongamos que mi mecánico de automóviles hubiese diseñado las preguntas para una prueba de inteligencia. O supongamos que un carpintero las formule, o un agricultor, o, de hecho, cualquiera que no fuese un académico. Seguramente no podría superarlas. 
Si en este mundo yo no pudiese utilizar mi formación académica, mi talento verbal, y tendría que realizar tareas complicadas con mis manos, seguramente lo haría mal. 
Mi inteligencia, entonces, no es absoluta, sino que es una función de la sociedad en que vivimos y el hecho de que una pequeña porción de la sociedad ha logrado imponer a los demás, cuales son las "normas" como un árbitro de esos asuntos. 
Retomando el tema de mi mecánico, el tenía la costumbre de contarme chistes cada vez que me veía. Una vez levanto la cabeza de debajo del capó del automóvil para decirme: "Doc, un chico sordomudo entró en una ferretería a pedir unos clavos. Puso dos dedos juntos sobre el mostrador y luego hizo un movimiento de martillar con la otra mano. El empleado le trajo un martillo. Sacudió la cabeza y señaló a los dos dedos que estaba martillando. El empleado le trajo los clavos. Escogió el tamaño que quería, y se fue. Bueno, doctor, el siguiente tipo que entró fue un ciego. Quería tijeras. ¿Cómo cree que le preguntó por ellas? " 
Indulgentemente levante la mano derecha e hice un movimientos de tijeras los dos primeros dedos. Acto seguido mi mecánico se rió ruidosamente y dijo: "Él usó su voz y pidió por unas tijeras". Luego, con aire de suficiencia, dijo: "Durante todo el día me he burlado de mis clientes". ¿Lo han acertado muchos? le pregunté. "Muy pocos", dijo, "pero estaba seguro de que Ud. caería en la trampa." ¿Por qué esa suposición? le pregunté. "Porque eres tan educado, doc, que sabía que no podría ser muy inteligente ". 

Y tengo la incómoda sensación de que en su afirmación había algo de cierto... 

Isaac Asimov (1920 -1992 ) 


Traducción y adaptación del libro autobiográfico "It's Been a Good Life" realizada por Juan del Rio.

domingo, 20 de septiembre de 2015

Extrañezas de imágenes y músicas del siglo anterior

Hoy la tecnología permite transmitir los viajes de vacaciones en vivo y en directo. En mi niñez, la fotografía no era tan accesible a todas las personas y los viajes de vacaciones, para una familia argentina formada por hijos de inmigrantes europeos pobres y trabajadores, tampoco.

Ese contexto le otorgaba un valor especial a mostrar fotos de las vacaciones en las reuniones familiares que, cuando la tecnología invitó a apagar las luces y proyectar las imágenes en diapositivas, se transformó en un gozo hedonista para los anfitriones y un tedio para el resto de los invitados.
Durante el primer viaje de veraneo con mis padres, los tres hermanos habíamos entrado en la adolescencia (mi hermano ya estaba cerca de la salida), la cámara fue patrimonio de mi papá y de mi hermano como todo lo que requería de pericia masculina. En medio de las imágenes de montañas, bosques, capillas, la pileta del hotel, los dormitorios, los espacios de esparcimiento, los campamentos familiares, un pájaro marrón en una rama siempre despertaba la misma pregunta "¿y esta?" a la que sucedía la misma frase por toda respuesta "la sacó carlitos".

Si algo extraño de esos tiempos es la música compartida. Las reuniones familiares para fechas importantes juntaban hermanos y primos en forma numerosa. En un momento siempre pintaban las guitarras y varias generaciones coreaban en armonía a Yupanki y los Beatles, entre otros.

En casa tampoco faltaba la música. No pude persistir con la guitarra pero mis hermanos sí, con mi hermana interpretábamos coros insoportables pero que disfrutábamos mucho y mi hermano compuso algunos temas muy bellos desplegando una voz particular y encantadora. Con los años las reuniones familiares multitudinarias se disgregaron y los encuentros musicales para disfrutar en familia, también. Mis hermanos integraron coros, Carlos pasó por talleres varios hasta que dejó de cantar delante de nadie, también estudió fotografía e integró grupos de captura de imágenes, ahora todos saben que le saca fotos a las aves y no les parece raro.

miércoles, 16 de septiembre de 2015

Gestalt, terroir y empiria

Si algo comprueba que el todo es más que la suma de las partes es el vínculo con la comida. A quienes nos gusta comer y cocinar, sabemos que no resulta igual un plato cuyos ingredientes fueron procesados a mano que si fueron procesados con un aparato electrónico.
La energía que se incorpora no es la misma.
En la cultura del vino se le da el nombre de terroir al concepto que abarca desde la tierra y el clima, pasando por la cultura de las manos que siembran, cosechan y elaboran hasta que el vino llega a la copa.
Algo que en plan religioso podríamos llamar espíritu y en plan científico energía fisicoquímica. Abocados a la producción en serie por priorizar la ley de mercado, el beneficio y la ganancia, siento que dejamos de lado lo que nos hace únicos como especie.

martes, 8 de septiembre de 2015

Lo más habitual

Si al estar frente a mí 
te es posible decir
qué guardo
de lo que fui
quién soy

a dónde quisiera ir
con todo eso

probablemente conozcas
mas de mí 
que lo yo que alcanzo 
y puedo saber

Seguramente sea mucho más
lo que logras saber de mí
que de tu propia vida
y es lo más habitual
porque nadie puede leer
lo que el propio cuerpo dice.