De tal palo tal astilla

Hay quien pide que en estos días cada quien publique qué implican los dos modelos capitalistas que compiten en esta elección: 
Uno donde los empresarios para quienes trabajamos y que viven de nuestras necesidades hacen y deshacen libremente según su conveniencia particular, y otro donde el Estado arbitra para que ese poder económico devuelva algo de lo que gana para compensar las necesidades de esta sociedad con la que hacen su negocio.
Hay también quien dice que los mayores sabemos quienes son los Macri pero que la gente joven, no. Me cuesta creer lo último pero aquí voy de nuevo:
Papá Macri organizaba los asados para los militares de la dictadura, amasó su fortuna con las escuelas y barrios que diseñó Cacciatore (entre otros curros) y cuyo costo fue a parar a la deuda externa pública que pagamos todos. Quienes vivimos aquellos tiempos y padecemos desde hace 2 gestiones al hijo en CABA, sabemos que, igual que su padre, hizo de las necesidades públicas un negocio para su círculo privado de amigos con deuda externa que vamos a tener que pagar en forma pública. 
Los edificios que se caen a pedazos en poco tiempo son el testimonio de la inoperancia que va de la mano de la codicia.